miércoles, mayo 15, 2013

Raviolis de Queso

¡¡¡Hola, feliz quincena y mitad de semana!!!, ¿como estan?, deseo me contesten todos alegres y felices, ¡¡¡Bien!!!. Hoy vamos a realizar algo diferente, ¿porque diferente?. Porque los Raviolis los vamos a hacer nosotros mismos, ¿que como?, ¿que si es mas facil comprarlos hechos?, ¡¡¡claro que si pero no saben igual!!!, porque no son hechos con el mismo cariño...¿que si se necesita la maquina?, pues no con nuestro rodillo hacemos el milagro; y ahora vamos...manos a la obra...

Ingredientes

300 grs. de harina de trigo todo uso
3 huevos
1 chorrito de aceite de oliva
250 grs. de Ricotta
50 grs. de queso azul o parmezano
250 ml. de crema de leche
50 grs. de queso Pecorino 
sal al gusto

Preparacion

Primero limpiamos bien una superficie plana donde vamos a trabajar la masa.
Una vez tamizada la harina de trigo la colocamos en forma de volcan, le hacemos un hueco en el centro y añadimos los huevos, un chorrito de aceite de oliva y una pizca de sal.
Comenzamos a trabajar la masa desde afuera hacia adentro; no como amasamos la harina para las arepas que lo hacemos de adentro hacia afuera; hasta que quede firme , pero elastica y brillante . Si es necesario podemos añadir un poco mas de harina. Y la dejamos reposar por una hora aproximadamente.
Pasado este tiempo limpiamos el meson nuevamente de restos de masa, enharinamos un poco, para comenzar a extender con el rodillo la masa y cortarla en forma de ravioles. Los rellenamos con la Ricotta y sellamos bien los bordes pintandolos con huevo batido.
Ponemos a hervir el agua, en lo que este hirviendo echamos la pasta y la dejamos cocer unos 5 min. aproximadamente. La escurrimos, la enfriamos con agua fria la volvemos a escurrir bien y reservamos.
En una sarten ponemos reducir la crema de leche, a fuego lento. Cuando haya espesado añadimos el queso azul o el parmesano y los raviolis. Calentamos un poco y mezclamos.
Finalmente los colocamos en un refractario espolvoreamos el queso pecorino y llevamos al horno para gratinar hasta que la superficie quede dorada. 

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